Gymyoo
1. Toneladas de comida basura.
Durante la campaña electoral, los básicos de dieta Trump fueron Domino’s pizza, KFC y MacDonald’s (Big Macs en bandejas de plata). Su amor por la comida basura se debe en gran parte su idea de que las cadenas de fast food mantienen unos estándares elevados de higiene y calidad. Y claro, si estás luchando por la presidencia de los Estados Unidos lo último que quieres es pillar salmonela en pleno vuelo en tu avión privado antes de un importante meeting.
Great afternoon in Ohio & a great evening in Pennsylvania – departing now. See you tomorrow Virginia! pic.twitter.com/jQTQYBFpdb
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de agosto de 2016
Pero no solo eso, sino que Trump también es adicto a la carne roja, las gambas y el cangrejo. El consumo regular de carne roja eleva significativamente el riesgo de muerte por cancer, enfermedades cardíacas y ataques al corazón, además de estar relacionado con un incremento de la diabetes tipo 2.
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2. Falta de sueño.
Por lo que respecta al sueño, Trump ha dicho que él sólo necesita dormir 3 o 4 horas cada noche. La mayoría de la gente necesita dormir de 7 a 9 horas, aunque sí es cierto que un 1% de la población es capaz de dormir únicamente entre 4 a 6 horas y sentirse bien. La mayoría de nosotros nos sentimos tan desordenados como si nos hubiéramos emborrachado la noche anterior. Según el Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid:
Dormir pocas horas puede favorecer la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes, las patologías cardiovasculares, la depresión, ansiedad e incluso el cáncer.
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3. No practicar ejercicio.
Lo habéis adivinado, Trump tampoco es muy amante del ejericio. Las recomendaciones generales hablan de al menos 15o minutos de ejercicio moderado cada semana. El ejercicio mejora la salud general y la del corazón en particular, reduce el estrés y la claridad mental y mejora el sueño. Suficientes razones para que Obama, Bush, Aznar, Zapatero, Rajoy e incluso Angela Merkel se molestaran en ejercitarse diariamente. Pero Donald Trump ya dijo en 1997 que ‘entreno ocasionalmente…lo menos que puedo’.
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4. Ataques de ira y mal humor constante.
El 45 presidente de los EE.UU. es bien conocido en todo el mundo por su poca tolerancia a las críticas y opiniones discordantes y su continua frustración convertida en gritos, gestos exagerados y mucha rabia.
El estrés, la ira y el mal humor elevan los niveles de cortisol, deterioran el sistema inmunológico e impiden que la encima telomerasa haga su trabajo: reparar los telómeros, relacionados con el envejecimiento. Del mismo modo, estos ataques de rabia suben la presión sanguínea y pueden producir fallos cardíacos.
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5. No dormir con su mujer.
Es un secreto a voces, Donald Trump no duerme con su esposa Melania (la mujer con eterna expresión de sonarle tu cara pero no acordarse de tu nombre). Y este hecho solo podría restarle años de vida. Según diversos estudios, las personas que duermen con su pareja tienen menores niveles de cortisol (hormona del estrés) y mayores de oxitocina (la hormona de del amor). Todo ello hace que, estadísticamente, las personas que duermen solas vivan menos años.
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