
Si eres de los que se quejan de que su gimnasio es demasiado antiguo, ¡tienes que ver cómo se las arreglaban tus abuelos para entrenar en el gym!
A finales de los años 30, no era inusual ver competiciones. En cualquier caso, no competían únicamente levantadores de peso sino que también estaban presentes otro tipo de atletas como boxeadores, gimnastas o nadadores. El levantamiento de pesas no era considerado un deporte en esta década, así que el para la consecución de un físico grande y cincelado se usaban otra variedad de deportes.

En 1939 fue creada la competición de Mr América. Los participantes no eran todos culturistas, y se hizo más que evidente que los que sí se dedicaban a ello contaban con una gran ventaja.
En 1945 encontramos el que se pude considerar como primer culturista moderno, Clarence Ross. ¿Cuál fue la diferencia? pues que Clarence no solo usaba la pesas para entrenar, sino que su propósito era añadir forma y proporción a su cuerpo tratando de alcanzar el ideal griego.

Mientras tanto, eran las mujeres de clase alta las que se podían permitir frecuentar los gimnasios de aquella época. Con un ambiente más propio de ‘club del té’ y paredes recubiertas de madera, las señoras de todas las edades se subían a rudimentarios artilugios ataviadas con vestidos típicos de la época que distan mucho de la comodidad actual y que estaban más enfocados a hacerlas parecer estilosas y refinadas.
Pero si se te ha escapado una sonrisa al ver cómo entrenaban en los años 30 y 40, espera a que tus futuros nietos vean tus selfies en el gym con duck face incluida…